Les observamos y..... Miran. Observan. Entienden. Obedecen. Callan.
¿Sufren? O experimentan nervios que rompen de dentro provocados por algo de fuera.
¿Tienen miedo? O más bien perciben de manera diferente situaciones que para el resto de
personas son normales o habituales.
¿Soledad? O silencio ininterrumpido que parece alejarlos, pero que se sienten presente.
¿Emiten ruidos? O se comunican a su manera y con paciencia terminamos acercándonos a su
interior.
¿Agresivos? O es la forma que tienen de decirnos que hay algo que les altera y quieren alejarse de ello.
¿Estereotipias? O movimientos que les han acompañado a lo largo de sus días y que de alguna
manera le protegen.
Hace un par de años, en la clase de Alberto Morales de Neuropsicología, unos compañeros y yo hicimos un trabajo sobre el autismo basándonos en el libro de Birger Sellin, "Quiero dejar de ser un dentrodemi".
El trabajo fue realizado utilizando la metáfora de la cárcel para referirnos al Autismo, lo dejo aquí colgado para todas las personas a las que pueda interesarle.
La cárcel autista
Espero que os guste.
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